El poder curativo del sonido
Los seres humanos han empleado el sonido desde los albores de la humanidad para recibir información de su entorno y para comunicarse, así como también para sanar y transformar. Casi todas la culturas antiguas y todas las poblaciones autóctonas creían que el sonido era la fuerza creativa, generatriz, responsable de la creación del universo. Sabemos con toda certeza, como también lo sabían los antiguos, que todo el universo está formado por átomos. Cada átomo está formado por un núcleo (neutrones y protones) y un electrón o electrones que giran a gran velocidad alrededor del núcleo. El número de cada una de estas partículas difiere según la naturaleza de la materia. El movimiento de giro de los electrones origina un compás o cadencia que crea una onda; onda que es posible distinguir mediante nuestra percepción humana como forma o materia. Siempre que coexisten cadencia, onda y forma, se produce Sonido. Este conjunto recibe el nombre de la "Ley de los tres". No es difícil relacionarlo con otros conjuntos o tríos como el de la "Santísima Trinidad", así como otros grupos de tres divinidades o aspectos que también se da en otras religiones y culturas. Si comparamos la distancia de los electrones al núcleo de cualquier átomo, descubriremos que resulta proporcional a la de "Escucha el silencio y seras sabio"
viernes, 4 de marzo de 2011
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